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INSOMNIO. +. - Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
3 de abr. de 2017 · Se trata de un poema perteneciente al libro Los hijos de la ira de Dámaso Alonso. En el texto predomina la interpelación/monólogo que el poeta en primera persona dirige a Dios. Podemos apreciar también alguna descripción, como por ejemplo en el verso 1.
Insomnio. , Dámaso Alonso. Acompañe la lectura del poema en audio. Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). 1. A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, 2. y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir ...
Insomnio. Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
14 de ene. de 2016 · «Insomnio» pertenece al libro Hijos de la ira, del poeta madrileño Dámaso Alonso. Cuando Dámaso Alonso publicó Hijos de la ira en 1944 llevaba veinte años sin publicar poesía y este poemario resultaba ser un claro distanciamiento de la poesía que sus congéneres estaban llevando a cabo en la posguerra, una poesía ...
Insomnio. [Poema - Texto completo.] Dámaso Alonso. Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de ...
Dámaso Alonso. Insomnio. Poema original: Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
