Search results
Misterios Dolorosos. ¿Cómo se reza el Rosario? En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Los 5 misterios dolorosos abordan el sufrimiento y la pasión de Jesús dando testimonio de su sacrificio para la redención de la humanidad. Se rezan los martes y viernes. Primer misterio doloroso: La oración en el huerto de Getsemaní. Versículos bíblicos del primer misterio.
Hoy contemplaremos los misterios dolorosos. El Rosario escoge algunos momentos de la Pasión, intuyendo que ellos son el culmen de la revelación del amor y la fuente de nuestra salvación.
A través del permanente saludo del Ángel (el Avemaría) el Rosario nos permite reflexionar sobre los principales episodios de la vida de Cristo llamados "Misterios" (gozosos, dolorosos ...
¿Cuáles son los misterios dolorosos y cómo rezarlos con un rosario? Al rezar el Santo Rosario, podrás meditar sobre la pasión de Cristo y acoger los frutos del supremo don de Dios a la humanidad.
Anunciar "El quinto misterio doloroso: la crucifixión y muerte de Jesús"Y luego di el Padre nuestro. Di diez Ave Marías mientras medita en el Misterio. Las manos y los pies de Jesús están clavados en la cruz en presencia de su Madre afligida.
Misterios Dolorosos del Santo Rosario Meditados. En esta versión del Santo Rosario, el rezo de los Avemarías se intercala con fragmentos del misterio que se medita.
(Dolor por el pecado) Jesús y sus apóstoles van a Getsemaní a orar. Mateo 26:36. Con Pedro, Santiago y Juan, entra en el olivar. Mateo 26:37. "Mi alma está triste hasta la muerte". Mateo 26:38. “Padre, si es tu voluntad, pase de mí esta copa”. Mateo 26:39. "Sin embargo, no se haga mi voluntad, sino la tuya". Mateo 26:39.
MISTERIOS DOLOROSOS. 1º LA AGONÍA DE JESÚS EN EL HUERTO. Padrenuestro. 1. Así llegó Jesús con ellos a una finca llamada Getsemaní y les dijo: sentaos aquí mientras yo voy allá a orar; y comenzó a entristecerse y angustiarse. (Mt. 26; 36, 37). Avemaría. 2. Y exclamó: siento en mi alma angustias de muerte. Aguardad aquí y velad conmigo.
Texto perteneciente al capítulo 'Misterios dolorosos' en el libro 'Santo Rosario' de Josemaría Escrivá de Balaguer.
