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8 fábulas para niños de Jean de la Fontaine. 1. Fábula en prosa: La encina y la caña. Dijo la Encina a la Caña: - ¡Cuánta razón tienes para quejarte de la naturaleza!. Un pajarillo es para ti un enorme peso; la brisa más ligera, que riza la superficie del agua, te hace inclinar la cabeza. Por el contrario, mi copa no sólo detiene los ...
Las fábulas de La Fontaine más conocidas. Los dos gallos. La garza real. Los dos amigos. El zapatero y el millonario. El león enfermo y los zorros. La mochila. El asno y el caballo. En 1621, nació en una ciudad de Francia, Jean de la Fontaine siendo el primogénito de un consejero del rey a quien se le había dado la tarea de ocuparse de ...
Jean de la Fontaine nació el 8 de julio de 1621 en Château-Thierry, Francia. Familia Hijo de Charles de La Fontaine y Françoise Pidoux. Tuvo un hermano menor, Claude, nacido en 1623. Estudios Cursó estudios en la Universidad de su ciudad natal. Sus padres querían que asistiera al seminario y en 1641 lo inscribieron en el Oratorio de San ...
Jean de La Fontaine (Château-Thierry, Aisne; 3 de julio de 1621-París; 13 de abril de 1695) fue un escritor y fabulista francés. Citas [editar] «A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo». «Antes sufrir que morir, esa es la divisa de los seres humanos».
9 de abr. de 2024 · Jean de La Fontaine was a poet whose Fables rank among the greatest masterpieces of French literature. La Fontaine was born in the Champagne region into a bourgeois family. There, in 1647, he married an heiress, Marie Héricart, but they separated in 1658. From 1652 to 1671 he held office as an
El león y el ratón. [Minicuento - Texto completo.] Jean de La Fontaine. Debemos ser generosos con todos, pues en cualquier momento necesitamos la ayuda de alguien más humilde que nosotros. De esta verdad estas fábulas darán fe en un instante. Saliendo de su agujero harto aturdido, un ratoncillo fue a caer justo en las garras del león.
JEAN DE LA FONTAINE. There are some writers the facts about whom can never be entirely told, because they are inexhaustible, and speaking of whom we do not fear to be blamed for repetition, because, though well known, they furnish topics which never weary.
