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El nido. , Alfredo Espino. Acompañe la lectura del poema en audio. Es porque un pajarito de la montaña ha hecho, 1. en el hueco de un árbol, su nido matinal, 2. que el árbol amanece con música en el pecho, 3. como que si tuviera corazón musical. 4. Si el dulce pajarito por entre el hueco asoma, 5. para beber rocío, para beber aroma, 6.
La respuesta es 96 poemas, los cuales pertenecen a 6 poemarios que componen el Libro Jícaras Tristes: Casucas, Auras del Bohío, Dulcedumbre, Panoramas y Aromas, Pájaros de Leyenda y El Alma del Barrio. Disfruten de los 20 Mejores Poemas de Jícaras Tristes del poeta y escritor salvadoreño Alfredo Espino. Toda la Obra Poética del Libro ...
cuando tengo las alas de la ilusión caídas, ¡Las manos maternales aquí en mi pecho son. como dos alas quietas sobre mi corazón! ¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas! ¡Las manos de mi madre perfuman con terneza! ME GUSTA 1. Ver métrica Poema siguiente. Volver a Alfredo Espino.
Alfredo Espino. El Salvador: 1900-1928. Poemas; Textos digitales completos; Aires poblanos ; Al entreabrirse la flor de coyol ; Allá... Árbol de fuego ; Ascensión ; Balsa de flores ... Recibe gratis un poema clásico semanal por correo electrónico.
La tarde en el pueblo. [Poema - Texto completo.] Alfredo Espino. Esta tarde de enero no tiene la pureza. de aquella tarde muerta que ya echaste al olvido; sobre la misma hierba, cansada, se ha tendido, y enferma de recuerdos, la hermanita tristeza…. Sin embargo es la misma transparente belleza…. El viejo campanario, y el paredón florido,
Alfredo Espino. (Edgardo Alfredo Espino Najarro; Ahuachapán, 1900 - San Salvador, 1928) Poeta salvadoreño que a partir de la publicación de su único libro, Jícaras Tristes, ha sido uno de los líricos más leídos en su país y está considerado como uno de los autores clásicos de la literatura centroamericana.
Manos las de mi madre, tan acariciadoras, 1. tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras. 2. ¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman, 3. las que todo prodigan y nada me reclaman! 4. ¡Las que por aliviarme de dudas y querellas, 5. me sacan las espinas y se las clavan en ellas! 6. Para el ardor ingrato de recónditas ...
