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  1. El Pecado es toda acción u omisión voluntaria contra la ley de Dios, que consiste en decir, hacer, pensar o desear algo contra los mandamientos de la Ley de Dios o de la Iglesia, o faltar al cumplimiento del propio deber y a las obligaciones particulares.

  2. Versículos Conceptos. Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; Romanos 1:22-25. Profesando ser sabios, se volvieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

  3. 11 de ene. de 2024 · En el contexto bíblico, “el amor cubre multitud de pecados” significa que el amor verdadero tiene el poder de perdonar y olvidar las faltas de los demás. El amor genuino puede eliminar la necesidad de condenar y juzgar a otros por sus errores, y en su lugar, ofrece compasión, misericordia y reconciliación.

  4. El pecado es esencialmente una «aversio a Deo et conversio ad creaturas»; en él se manifiesta el amor indebido a nosotros mismos. Definición de pecado. El catecismo tradicional define pecado como toda desobediencia voluntaria a la ley de Dios.

  5. 22 de sept. de 2023 · Según las creencias religiosas, el pecado es una falta o transgresión moral que rompe nuestra relación con Dios y nos aleja de su amor y comunión. El pecado original es el estado espiritual en el que nacemos como resultado de la desobediencia de los primeros seres humanos frente a la voluntad de Dios.

  6. 6 de abr. de 2024 · Amar a los pecadores y odiar el pecado: una perspectiva bíblica. El amor y el respeto hacia los pecadores. En la Biblia, encontramos numerosos ejemplos del amor y el respeto de Dios hacia los pecadores. Un ejemplo claro es la parábola del hijo pródigo, que nos muestra cómo el padre amó y aceptó a su hijo a pesar de sus errores y pecados.

  7. Desde el pecado hacia el amor. Para el cristiano, el pecado es siempre una grave ofensa al amor. El pecado lleva al hombre a ir contra Dios. Por: P.Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net. El pecado deja huellas profundas y heridas duraderas. Uno de sus mayores daños consiste en hundir al pecador en la tristeza, la amargura, la desesperanza.