Yahoo España Búsqueda web

Search results

  1. El propio Floridablanca fue víctima de un intento de asesinato el 18 de junio de 1790 por un francés residente en España del que no pudo probarse, ni confesó, su vinculación con los clubes revolucionarios franceses —fue ahorcado en la Plaza de la Cebada de Madrid, el 18 de agosto—.

  2. El primer gran panico financiero de España se produjo en Floridablanca durante los años 1790 y 1791, y fue debido a una serie de factores. Primero, el exceso de endeudamiento por parte del gobierno español para financiar su guerra contra Francia.

  3. La expresión « pánico de Floridablanca » fue acuñada por el hispanista Richard Herr para referirse al impacto que tuvo en la corte de Carlos IV de España la noticia del triunfo de la Revolución francesa el 14 de julio de 1789, y que se tradujo en una serie de medidas represivas decididas por José Moñino, conde de Floridablanca, como ...

  4. La expresión «pánico de Floridablanca» fue acuñada por el hispanista Richard Herr para referirse al impacto que tuvo en la corte de Carlos IV de España la noticia del triunfo de la Revolución francesa el 14 de julio de 1789, y que se tradujo en una serie de medidas represivas decididas por José Moñino, conde de Floridablanca, como ...

  5. 22 de may. de 2022 · Por suerte, un criado salió a defenderle y Floridablanca se salvó por los pelos. A Peret lo detuvieron. Como era gabacho, el Gobierno sospechó que intentaba colar en España las ideas de la Revolución Francesa. Y lo ahorcaron en la plaza de la Cebada de Madrid.

  6. La coincidencia de su acceso a la Secretaría de Estado (1776) con el inicio del proceso de Olavide y las convulsiones producidas en la Revolución Francesa, expresadas por Richard Herr, con «el pánico de Floridablanca», inducen con facilidad a pensar que el control gubernamental del movimiento ilustrado se debe a José Moñino.

  7. El abandono el 12 de septiembre de 1791 de las plazas de Orán y Mazalquivir, cuya soberanía pasaba a la Regencia de Argel a cambio de ciertos privilegios comerciales, fue considerada por los arandistas como un ultraje al honor nacional de los españoles y aireada convenientemente.