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  1. Las fosfatasas alcalinas son enzimas que se encuentran presentes en casi todos los tejidos del organismo, siendo particularmente alta en huesos, hígado, placenta, intestinos y riñón . Tanto el aumento, así como su disminución en plasma tienen significado clínico. Las causas de un aumento de FAL:

  2. La fosfatasa alcalina es una enzima que se encuentra en muchas partes del cuerpo. Cada parte del cuerpo produce un tipo diferente de esta enzima. La mayoría de fosfatasa alcalina se encuentra en el hígado, huesos y sistema digestivo.

  3. 8 de mar. de 2022 · Resumen: La fosfatasa alcalina (ALP) es una enzima de membrana ampliamente distribuida en el organismo humano. Su papel fisiológico está aún en estudio e interviene en la catálisis hidrolítica de los monoésteres del ácido ortofosfórico en medio alcalino en presencia de cationes divalentes.

  4. La fosfatasa alcalina (FA) es una enzima que está presente en varios tejidos del organismo, como hígado, hueso, riñón, intestino y placenta de las mujeres embarazadas. No obstante, sus concentraciones más elevadas se observan en las células óseas y hepáticas. Esta prueba mide la cantidad de fosfatasa alcalina en sangre.

  5. La fosfatasa alcalina es una enzima presente en diversos tejidos del cuerpo que se libera a la sangre principalmente desde los huesos y el hígado, por las células que recubren los canales que transportan la bilis al intestino. La fosfatasa alcalina alta puede indicar problemas como hepatitis, obstrucción de las vías biliares e hiperparatiroidismo.

  6. La fosfatasa alcalina se encuentra en una mayor cantidad en las células de los conductos biliares y en los huesos, aunque también está presente en otros tejidos del cuerpo. Esta enzima tiene un papel esencial en el funcionamiento del organismo, participando en la formación y mantenimiento de huesos y en los procesos biliares.

  7. Los motivos más comunes que provocan un nivel de fosfatasa alcalina elevada son: Embarazo. La edad, a medida que se producen cambios en los huesos. Medicamentos o suplementos vitamínicos. Alcohol y tabaco. Mononucleosis. Enfermedades óseas (osteoporosis, raquitismo…). Enfermedades del hígado (hepatitis, cirrosis…). Diabetes mal controlada.