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  1. Vivir y morir en pecado mortal te lleva al infierno. El no advertir al pecador de las consecuencias funestas de su pecado acarrea la condenación propia. Por: Luis Fernando Pérez Bustamante | Fuente: Infocatolica.com.

  2. El cristiano que habitualmente vive en gracia de Dios, en la duda, debe presumir que su pecado no fue mortal. Y la presunción será tanto más firme cuanto más intensa y firme sea su vida ...

  3. 7 de oct. de 2014 · Pero no hay conversión posible si no se reconoce el pecado, se le llama como tal y se implora la gracia para derrotarlo. El cristiano JAMÁS puede vivir con la conciencia tranquila si hay un pecado mortal en su vida que le cierra el camino a la salvación. Jamás. Puede que tarde tiempo, incluso mucho tiempo, en vencerlo.

  4. 1855 El pecado mortal destruye la caridad en el corazón del hombre por una infracción grave de la ley de Dios; aparta al hombre de Dios, que es su fin último y su bienaventuranza, prefiriendo un bien inferior. El pecado venial deja subsistir la caridad, aunque la ofende y la hiere.

  5. Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de Él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra "infierno".

  6. En resumen: un pecado es mortal cuando hay materia grave, y hay pleno conocimiento de su pecaminosidad, y se ha elegido libremente cometerlo. Si alguna de estas condiciones no se cumple, el pecado no sería mortal sino venial. El pecado mortal y el Dios de Amor.

  7. El pecado mortal es una trasgresión voluntaria de la Ley de Dios en materia grave. Es una rebeldía contra Dios. Dios tiene su Ley. En su infinita sabiduría ha sabido resumirla en los diez mandamientos. La Iglesia, con Divina autoridad ha añadido algunos otros, con el fin de hacernos cumplir con mayor facilidad y perfección los divinos preceptos.