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  1. CÁNTICO ESPIRITUAL A DE SAN JUAN DE LA CRUZ. PRÓLOGO. 1. Por cuanto estas canciones, religiosa Madre, parecen ser escritas con algún fervor de amor de Dios, cuya sabiduría y amor es tan inmenso, que, como se dice en el libro de la Sabiduría (Sb 8, 1), toca desde un fin hasta otro fin, y el alma que de él es informada y movida, en alguna ...

  2. Cántico, publicado por primera vez en 1928, es un conjunto de poemas que abarcan una amplia gama de temas y emociones. Guillén logra capturar la esencia de la vida y la existencia a través de su lenguaje lírico y su estilo único. Su obra se caracteriza por la búsqueda de la belleza en lo cotidiano y la exploración de la experiencia ...

  3. Portada Revista Cántico nº1. Se denomina Grupo Cántico al más destacado grupo de artistas cordobeses en la Posguerra española, fundamentalmente poetas, pero también pintores, agrupados en torno a la revista del mismo nombre: Pablo García Baena, Ricardo Molina, Julio Aumente, Vicente Núñez, Juan Bernier y Mario López entre los poetas ...

  4. Resumen y sinopsis de Cántico de Jorge Guillén. La colección y la editorial quieren rendir con este libro un emocionado homenaje a la extraordinaria obra poética de Jorge Guillén y el magisterio de José Manuel Blecua. El libro mayor y más conocido de este autor es Cántico que pasó por varias ediciones, desde la primera de 1928 fueron ...

  5. 28 de may. de 2023 · El Cantico Espiritual es una obra poética y espiritual escrita por San Juan de la Cruz, uno de los principales exponentes de la mística española del siglo XVI. El poema está compuesto por 39 estrofas que describen el proceso de enamoramiento divino y la unión mística con Dios.

  6. y pacerá el Amado entre las flores. ¡Oh ninfas de Judea!, en tanto que en las flores y rosales. el ámbar perfumea, morá en los arrabales, y no queráis tocar nuestros humbrales. Escóndete, Carillo, y mira con tu haz a las montañas, y no quieras dezillo;

  7. 23. Cuando tú me mirabas su gracia en mí tus ojos imprimían; por eso me adamabas, y en eso merecían los míos adorar lo que en ti vían. 24. No quieras despreciarme, que, si color moreno en mi hallaste, ya bien puedes mirarme después que me miraste, que gracia y hermosura en mi dejaste. 25.