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  1. Liturgia de las Horas. La Liturgia de las Horas, también conocida como Oficio divino o la obra de Dios ( opus Dei ), es la oración diaria de la Iglesia, que marca las horas de cada día y santifica el día con oración. Las Horas son un diálogo meditativo sobre el misterio de Cristo, que usa Escritura y oración.

  2. 28 de nov. de 2021 · En el lecho me acuerdo de ti. y velando medito en ti, porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

  3. Te invoco de todo corazón: respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes; a ti grito: sálvame, y cumpliré tus decretos; me adelanto a la aurora pidiendo auxilio, esperando tus palabras. Mis ojos se adelantan a las vigilias, meditando tu promesa; escucha mi voz por tu misericordia,

  4. 23 de may. de 2021 · brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas. y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.

  5. Laudes y Vísperas son dos de las principales horas de la liturgia de las horas, la oración oficial de la Iglesia que alaba a Dios y santifica el día. En esta página encontrarás los textos y ...

  6. 19 de nov. de 2020 · La Conferencia Episcopal Española lanza la app «Liturgia de las horas». De esta manera, la CEE pone a disposición de los fieles la primera app oficial en español para rezar el oficio divino. La app estará disponible de manera gratuita a partir del sábado, 28 de noviembre, coincidiendo con el inicio del Adviento y del nuevo año litúrgico.

  7. liturgiapapal.org › index › manual-de-liturgiaLa Liturgia de las Horas

    2 de feb. de 2018 · La Iglesia celebra la Liturgia de las Horas, alabando sin cesar a Dios con el canto y la oración, al mismo tiempo que ruega por la salvación de todo el mundo (CIC 1173). Desde antiguo los cristianos alaban a Dios varias veces al día. Ya en la Didaché (8.3) se pide a los creyentes rezar tres veces al día el Padrenuestro.