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16 de may. de 2014 · “Platero y yo” es uno de mis libros favoritos y a raíz del festejo de éste centenario qué mejor que festejarlo compartiendo las mejores frases: “Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.”
Juegos de Completar texto para niños. Crear Juegos de Completar texto. Recursos educativos (Completar texto): Platero y yo (lengua - 3º - primaria - lectura) - Completa el texto con las palabras adecuadas.
Sinopsis. Como libro Platero y Yo comprende 138 capítulos que resultan ser muy breves, los capítulos no conllevan una línea de tiempo, los mismos más bien resumen y muestran las experiencias y recuerdos vividos, que pendularmente se mueven y que caracteriza la relación entre Platero y el narrador. El desarrollo de la narrativa del Platero ...
Juan Ramón Jiménez – Platero y Yo. Este volumen de prosa poética es el título más importante de Juan Ramón Jiménez. Es un trabajo literario exquisito, de gran belleza, sensibilidad y rico en musicalidad e imágenes que está centrado en las peripecias de un burro blanco llamado Platero. El autor de Moguer recibió el Premio Nobel en el ...
Resumen. «Platero y yo» es una obra literaria escrita por el poeta español Juan Ramón Jiménez. Publicada en 1914, la novela cuenta la historia de un burro llamado Platero y su dueño, quien narra las aventuras y desventuras del animal en su pueblo natal. A lo largo de la obra, el autor describe con gran detalle el paisaje y los habitantes ...
“Platero y yo” el libro más bello de la narrativa lírica contemporánea. Resulta clave y centro de la poesía de Juan Ramón Jiménez. Con razón nos aseguró que no era un libro para niños. Es eso y mucho más: poesía, novela, fábula, relato y retrato de gente y paisajes de su Moguer blanco y marinero. PLATERO I
Platero y yo: 43 – Amistad. Nos entendemos bien. Yo lo dejo ir a su antojo, y él me lleva siempre a donde quiero. Sabe Platero que, al llegar al pino de la Corona, me gusta acercarme a su tronco y acariciárselo, y mirar el cielo al través de su enorme y clara copa; sabe que me deleita la veredilla que va, entre céspedes, a la Fuente vieja ...
