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12 de abr. de 2018 · La Gracia de Dios, según la Biblia, es el favor inmerecido que Dios otorga a la humanidad, especialmente manifestado a través de la salvación ofrecida por Jesucristo. Se describe como un regalo gratuito de Dios, que no se gana ni se merece por obras humanas (Romanos 3:24-26; Efesios 2:8-9).
La gracia es que Dios nos escoge para bendecirnos en lugar de maldecirnos, a pesar de que nuestro pecado lo merece. Esta es su bondad a los indignos. Efesios 2:8 dice, "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros".
La gracia es el favor inmerecido de Dios hacia la humanidad. En lugar de recibir lo que merecemos por nuestros pecados, Dios nos ofrece su amor y perdón de forma gratuita. Este concepto está arraigado en toda la Escritura, desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento.
La abundante provisión de Dios mediante la gracia se subraya en 2 Corintios 9:8: "Y poderoso es Dios para bendeciros abundantemente, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis en toda buena obra". Este versículo revela que la gracia de Dios nos capacita para toda buena obra, llenos hasta rebosar.
Desde una perspectiva teológica, la gracia de Dios se entiende como un don inmerecido que nos brinda salvación y perdón. Efesios 2:8-9 nos recuerda: «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe».
En resumen, vivir en respuesta a la gracia de Dios significa reconocer nuestro pecado, arrepentirnos, aceptar su gracia, vivir en gratitud, obedecer sus mandamientos y buscar crecimiento espiritual. Esto nos permite experimentar la plenitud de la relación que Dios desea tener con nosotros.
10 de mar. de 2021 · ( Lucas 4:22) “El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” ( Juan 1:14) “Pues de Su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia” ( Juan 1:16)
