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  1. UN RANCHO Y UN LUCERO. Un día -¡primero Dios!- has de quererme un poquito. Yo levantaré el ranchito en que vivamos los dos. ¿Que más pedir? Con tu amor, mi rancho, un árbol, un perro, y enfrente el cielo y el cerro y el cafetalito en flor... Y entre aroma de saúcos, un zenzontle que cantará y una poza que copiará pajaritos y bejucos.

  2. 11 de sept. de 2018 · Principales poemas de Alfredo Espino: Las Manos de Mi Madre, Dos Alas (Ascención), Cañal en Flor, El Nido, Los Ojos de los Bueyes, Un Rancho y un Lucero

  3. Un rancho y un lucero. Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de Alfredo Espino: Arbol de fuego. Son tan vivos los rubores. de tus flores, raro amigo, que yo a tus flores les digo: "Corazones hechos flores". Y a pensar a veces llego: Si este árbol labios se hiciera... ¡ah, cuánto beso naciera. de tantos labios de fuego...!

  4. Manos las de mi madre, tan acariciadoras, 1 tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras. 2 ¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman, 3 las que todo prodigan y nada me reclaman! 4 ¡Las que por aliviarme de dudas y querellas, 5 me sacan las espinas y se las clavan en ellas! 6. Para el ardor ingrato de recónditas penas, 7

  5. de tus flores, raro amigo, 2 que yo a tus flores les digo: 3 "Corazones hechos flores". 4. Y a pensar a veces llego: 5 Si este árbol labios se hiciera... 6 ¡ah, cuánto beso naciera 7 de tantos labios de fuego...! 8. Amigo: qué lindos trajes 9 te ha regalado el Señor; 10 te prefirió con su amor 11 vistiendo de celajes... 12. Qué bueno el ...

  6. Alfredo Espino. Inicio > Alfredo Espino > Cañal en flor. +. - Escuchar este Poema. Eran mares los cañales. que yo contemplaba un día. (mi barca de fantasía. bogaba sobre esos mares). El cañal no se enguirnalda. como los mares, de espumas; sus flores más bien son plumas. sobre espadas de esmeralda... Los vientos-niños perversos-

  7. Escuchar este Poema. Es porque un pajarito de la montaña ha hecho, en el hueco de un árbol, su nido matinal, que el árbol amanece con música en el pecho, como que si tuviera corazón musical. Si el dulce pajarito por entre el hueco asoma, para beber rocío, para beber aroma, el árbol de la sierra me da la sensación.