Yahoo España Búsqueda web

Search results

  1. Teólogos morales y espirituales hablan de una serie de prácticas que ayudan a superar las tentaciones que veremos brevemente. 1 – El crecimiento en el autoconocimiento y el conocimiento de Dios

  2. 16 de feb. de 2024 · La tentación es la mentira de que la recompensa del pecado es mejor que la dádiva de Dios. La naturaleza de la gratitud. Si vemos que la naturaleza de la tentación es buscar apartarnos de Dios (Gn 3:1-7; Mt 4:8-10), es más fácil comprender por qué Pablo utiliza la gratitud como arma contra la tentación.

  3. La tentación es una invitación al mal, una oportunidad para elegir entre seguir nuestros deseos carnales o buscar la voluntad de Dios. La clave para vencer la tentación radica en nuestra respuesta ante ella. A través del poder de Dios y la sabiduría de su Palabra, podemos superar las tentaciones y mantenernos firmes en nuestra fe.

  4. 12 de sept. de 2019 · Entonces, ¿con cuál de las 6 tentaciones mencionadas anteriormente estás luchando ahora? Aquí hay algunos pasos que podrían ayudarte a superar estas tentaciones: 1. No lunches solo “Los planes fallan por falta de asesoría, pero con muchos asesores tienen éxito” (Proverbios 15:22).

  5. Cultivando un Espíritu de Contentamiento. Encontrar el Contentamiento: La Biblia enseña que el contentamiento puede reducir el poder de la tentación. Filipenses 4:11-13: “He aprendido a estar contento en cualquier situación en la que me encuentre… Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

  6. 7 de may. de 2018 · 1. «No luches sola/o contra la tentación… … sino que descúbrela inmediatamente al confesor y entonces perderá toda su fuerza». Nada podrás lograr si confías sólo en tus propias fuerzas. «¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías, como si no lo hubieras recibido?» (1 Corintios 4,7).

  7. Venciendo las tentaciones. Tentación con una elección. Esa elección será resistir la tentación, o seguir las características de Cristo: llevar el fruto del Espíritu por la operación del Espíritu Santo en nuestras vidas ( Gálatas 5: 22–23 ).