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Descubre y lee online los mejores cuentos y relatos de Edgar Allan Poe. A continuación podrás ver la lista de cuentos y relatos publicados por Edgar Allan Poe que tenemos disponibles.
A través de sus cuentos, Edgar Allan Poe explora temas como la locura, la muerte y el terror psicológico, sumergiendo al lector en una atmósfera inquietante llena de suspenso y obsesión. Sumérgete en la genialidad literaria de Edgar Allan Poe y déjate seducir por la magia de sus cuentos.
Edgar Allan Poe. Estados Unidos: 1809-1849. Cuentos. Textos digitales completos. Autobiografía literaria de Thingum Bob, Esq. Berenice. Bon Bon. Conversación con una momia. Cuatro bestias en una: El hombre camaleopardo.
Obra: influencias, cuentos, terror, novela, poesía Edgar Allan Poe - Textos electrónicos completos... A continuación incluímos una selección destacada de obras del maestro universal del relato corto.
El gato negro - CuentosDePoe. Escrito por Edgar Allan Poe en 1843. NO ESPERO ni solicito fe para la narración tan sencilla como extravagante que está a punto de brotar de mi pluma. Locura sería en verdad el esperarlo, pues que mis propios sentidos rechazan su evidencia. Sin embargo, no estoy loco, ni estoy soñando, de seguro.
Se presentan en este volumen los cuentos de Edgar Allan Poe en su orden cronológico,siguiendo la edición llevada a cabo por Patrick E.Quinn y G.R.Thompson para The Library of Ame-
[Cuento - Texto completo.] Edgar Allan Poe. ¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso. ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad había agudizado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos. Y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo.
[Cuento - Texto completo.] Edgar Allan Poe. La canción que cantaban las sirenas, o el nombre que adoptó Aquiles cuando se escondió entre las mujeres, son cuestiones enigmáticas, pero que no se hallan más allá de toda conjetura. Sir Thomas Browne.
EDGAR ALLAN POE EL CORAZON DELATOR ¡Es verdad! Soy nervioso, terriblemente nervioso. Siempre lo he sido y lo soy, pero, ¿podría decirse que estoy loco? La enfermedad había agudizado mis sentidos, no los había destruido ni apagado. Sobre todo, tenía el sentido del oído agudo. Oía todo sobre el cielo y la tierra. Oía muchas cosas del ...
DURANTE todo un largo día de otoño, triste, pesado y sombrío, de aquellos en que cuelgan las nubes opresivamente bajas en el firmamento, atravesaba solo, a caballo, un monótono erial para encontrarme al fin, conforme avanzaban las sombras de la noche, al frente de la melancólica casa de Úsher.
