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16 de abr. de 2024 · Aquí hay señales tóxicas entre hermanos. Aquí están las 7 señales de un hermano tóxico Relación. 1. La relación se basa en el abuso. El abuso se presenta en todos los tipos y formas: mental, físico, sexual, verbal y emocional. Realmente puede afectarte y hacerte sentir como si no pudieras manejar tu propia vida.
13 de abr. de 2024 · La afirmación “Odio a mi hermana” es tan común que todo el mundo la ha escuchado o dicho en algún momento, sin embargo, pocas personas saben que a veces puede ser un signo de un trastorno de rivalidad entre hermanos, que es una afección de salud mental reconocida.
23 de abr. de 2024 · En casos más severos, la rivalidad se expresa por la ira abierta y el odio, la crueldad hacia los hermanos menores, hasta que se lastima físicamente. Tal carácter de los trastornos emocionales-conductuales es más característico de los niños con rasgos de carácter epileptoide.
11 de abr. de 2024 · A veces, el dolor se transforma en ira, rabia por esa pérdida sufrida y que, de algún modo, determina a su vez la crianza de los hijos, impregnándola de carencias, de desafectos, de nudos no resueltos… Todo ello puede derivar en un dolor congelado que lejos de resolverse, se expande entre la familia, creando tiranteces entre unos y otros.
21 de abr. de 2024 · Entre ellos se incluyen: una profunda sensación de responsabilidad hacia la familia, la tendencia a complacer a la gente y un resentimiento hacia tus hermanos y tus padres. En la plataforma X,...
16 de abr. de 2024 · Los celos entre hermanos pueden aparecer como una competencia por recibir más atención o cuidado parental y llamar así mayor atención. Los lazos que generamos con nuestros hermanos constituyen una parte fundamental de la experiencia familiar, y en muchas ocasiones, guardan sus raíces en el desarrollo y atención infantil.
17 de abr. de 2024 · Pensemos, por ejemplo, en las guerras que azotaron y que azotan el mundo. ¡Pensemos en los genocidios, en las persecuciones, en el odio entre hermanos y hermanas de diferentes religiones! ¡Cuánto dolor!
