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  1. La casada infiel. +. - Y que yo me la llevé al río. creyendo que era mozuela, pero tenía marido. Fue la noche de Santiago. y casi por compromiso. Se apagaron los faroles. y se encendieron los grillos. En las últimas esquinas. toqué sus pechos dormidos, y se me abrieron de pronto. como ramos de jacintos. El almidón de su enagua.

  2. Resumen. En "La casada infiel", el yo lírico narra en primera persona su encuentro sexual con una mujer que se presenta como "mozuela", es decir, como joven soltera, pero en realidad tiene marido. El encuentro se da la noche de Santiago, cuando se celebra una fiesta en el barrio gitano de Sevilla.

  3. LA CASADA INFIEL. a Lydia Cabrera y a su negrita. Y que yo me la llevé al río creyendo que era mozuela, pero tenía marido. Fue la noche de Santiago y casi por compromiso. Se apagaron los faroles y se encendieron los grillos. En las últimas esquinas toqué sus pechos dormidos, y se me abrieron de pronto como ramos de jacintos. El almidón de ...

  4. La casada infiel, de Federico García Lorca. 06 Ago 2018. / Laura di Verso. / Federico García Lorca, poesía. Estos 55 versos —incluidos en el Romancero gitano — son un alegato contra los cánones sociales y las imposiciones morales. A continuación, puedes leer La casada infiel, de Federico García Lorca. La casada infiel, de Federico García Lorca.

  5. La casada infiel es un poema cargado de amor y deseo clandestino. Escrito por el reconocido poeta español Federico García Lorca, este poema nos sumerge en una historia de pasión prohibida. En sus versos, Lorca describe con gran intensidad la relación ilícita entre una mujer casada y su amante.

  6. LA CASADA INFIEL | Federico García Lorca - Poesía Española - EsPoesía. > Federico García Lorca > LA CASADA INFIEL | Federico García Lorca. La casada infiel. Y que yo me la llevé al río. creyendo que era mozuela, pero tenía marido. Fue la noche de Santiago. y casi por compromiso. Se apagaron los faroles. y se encendieron los grillos.

  7. LA CASADA INFIEL Y que yo me la llevé al río creyendo que era mozuela pero tenía marido. Fué la noche de Santiago y casi por compromiso. Se apagaron los faroles y se encendieron los grillos. En las últimas esquinas toqué sus pechos dormidos; y se me abrieron de pronto como ramos de jacintos. El almidón de su enagua me sonaba en el oído