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  1. Hace 1 día · San Miguel Arcángel. San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus ...

  2. Hace 1 día · Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma” (Hebreos 10:38-39). Uno de los riesgos en la vida del cristiano es retroceder en el Camino después de que hemos decidido tomar nuestra cruz y seguir a Cristo.

  3. Hace 1 día · Amar al mundo y culpar al hombre. Terminar amando al mundo y condenando al hombre constituye una de las más grandes herejías de nuestro tiempo. En primer lugar, porque desconoce la Voluntad de Dios, Creador del mundo, que en el Génesis pone al hombre por encima de toda creatura ordenándole “henchid la Tierra”.

  4. Hace 4 días · Evangelio del domingo. ¡Que nos hundimos! (Marcos 4,35-40) [Evangelio del domingo, 12.º Tiempo Ordinario – Ciclo B] Marcos 4,35-40: Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: —Vamos a la otra orilla. Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte temporal y las olas ...

  5. Conclusión. Los 7 Príncipes del Infierno son figuras prominentes en diversas tradiciones demonológicas, cada uno con su propio nombre y temibles poderes. Desde Beelzebub, el Príncipe de los Demonios, hasta Baal, el Príncipe de la Tempestad, estos príncipes infernales han dejado una huella en la cultura y la imaginación humana.

  6. Los kilos fueron la perdición de Eden Hazard en los cuatro años que pasó en el Real Madrid. Los kilos han significado para Arda Güler su salvación como jugador del Real Madrid. Güler...

  7. Hace 1 día · Esto último tiende a ser su perdición y convierte a los fascismos de derecha (esencialmente personalistas) en pesadillas que tienen vencimiento, a diferencia de los fascismos de izquierda, que han mostrado un carácter más corporativo. No obstante, mientras duran, pueden ser distópicos y terribles en su hipocresía.