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  1. Platero y yo es una obra narrativa, escrita por el autor Juan Ramón Jiménez, en la cual se relatan las anécdotas, vida y muerte de Platero, un burrito singular. El libro, publicado en 1914, representa la transición de la narrativa del modernismo y de todas las corrientes posteriores.

  2. www.suneo.mx › literatura › subidasPlatero y Yo

    Platero y Yo. Por. Juan Ramón Jiménez. ADVERTENCIA A LOS HOMBRES QUE LEAN ESTE LIBRO PARA NIÑOS. Este breve libro, en donde la alegría y la pena son gemelas, cual las orejas de Platero, estaba escrito para... ¡qué sé yo para quién!... para quien escribimos los poetas líricos... Ahora que va a los niños, no le quito ni le pongo una coma. ¡Qué bien!

  3. Platero y yo es una obra del escritor español Juan Ramón Jiménez 1 publicada en 1914, que recrea poéticamente la vida del asno Platero, su inseparable amigo de niñez y juventud. Es muy célebre el primer párrafo: Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.

  4. Este breve libro, en donde la alegría y la pena son gemelas, cual las orejas de Platero, está escrito para... ¡Qué sé yo para quién!..., para quien escribimos los poetas líricos... Ahora que va a los niños, no le quito ni le pongo una coma. ¡Qué bien!

  5. Perfecto sobre todo para conocer la vida de ese pequeño pueblo andaluz a principios del siglo XX, a través de múltiples facetas: problemas sociales, educación, alegrías y penas de sus habitantes... y, al mismp tiempo, sondear el alma del poeta.

  6. Resumen y sinopsis de Platero y yo de Juan Ramón Jiménez. En breves prosas, el poeta, en diálogo con Platero unas veces, en su compañía otras, va captando la belleza de la realidad exterior por un lado; por otro, la belleza de la relación entre el hombre y su amigo Platero.

  7. Cuando es de noche, el paso de Platero calla a los ruiseñores. Cuando trota Platero pisa con cuatro rosas, pisa con cuatro luces, pisa con cuatro olas. Moguer está cantando bajo el sol que lo dora. El trote de Platero lo llena de amapolas. De madrugada, el paso de Platero suena a sombras pisadas.